Nuestro cuerpo es un engranaje perfecto en el que todas las partes están relacionadas entre sí, en parte debido a que órganos, tejidos y mente están conectados a una misma red nerviosa.
El principal responsable de la integración de los órganos y tejidos es el sistema nervioso vegetativo. Este regula sus funciones, los integra y busca mantenerlos en el máximo equilibrio posible.
En la historia de vida de un ser humano, podemos encontrar posibles irritaciones en diversas partes del cuerpo y por tanto en esta red nerviosa. Esas irritaciones pueden ser cicatrices, traumatismos, fracturas, infecciones, intervenciones quirúrgicas, amigdalitis a repetición en la infancia o cualquier otro foco infeccioso repetido, estrés emocional, lesiones, piezas dentales en mal posición o muy intervenidas, impactos físicos o emocionales.
Cualquier irritación que altere las propiedades y funciones de una parte del sistema, estará afectando a la totalidad y las repercusiones se sentirán donde exista una predisposición o disfunción.
Estas irritaciones hacen que las fibras neurovegetativas alteren sus propiedades y la transmisión de la información que conduce, perturbando sus funciones reguladoras en los tejidos y órganos que inerva.
Debido a que toda fibra nerviosa forma parte de una estructura organizada en red, una irritación en cualquier parte del sistema nervioso puede repercutir en la totalidad del mismo, y sus efectos se pueden apreciar a nivel local, general o en otras partes alejadas del organismo. Pueden aparecer síntomas diversos en cualquier zona del cuerpo, aunque aparentemente, de manera convencional, no tengan relación.
La Terapia Neural busca neutralizar esas irritaciones mediante inyecciones en puntos específicos a partir de la historia de la persona. A partir de esa aplicación, su sistema nervioso buscará un nuevo orden de mayor equilibrio, desapareciendo el dolor, la inflamación, la alergia, tensión, el desbalance hormonal, o la alteración de lugar.
Esta terapia, también es llamada Terapia para la Autorregulación. Su impacto más importante es el sistema nervioso, en especial en el sistema vegetativo o autónomo.
Se lleva a cabo a través de una cantidad muy diluida de un anestésico local (generalmente procaína) que se aplica en puntos particulares. Esta aplicación neutraliza áreas irritativas que han ido afectando la respuesta del organismo, provocando la reactivación de la capacidad reguladora o de autogestión del organismo.
En otras palabras, la eliminación de estos bloqueos que alteran el intercambio de información y elaboran estímulos irritativos a la red nerviosa, trata de reactivar los mecanismos de regulación para que el propio organismo produzca sus propias reacciones autocurativas, desarrollen su actividad y le conduzcan a un nuevo orden mediante su propia fuerza vital.
Al igual que las otras medicinas biológicas o biorreguladoras, la terapia neural no trata enfermedades, sino que más bien trata a personas. Cada historia de vida es particular, cada potencial campo de interferencia también lo es, y así como las causas de un dolor de cabeza de una persona puede ser diferente de las causas del mismo dolor de otra paciente, los tratamiento o técnicas empleadas para el alivio y mejoría también pueden ser distintos en ambos casos.
Por su impacto mayor en el sistema nervioso vegetativo, la terapia neural puede apoyar un amplio espectro de desbalances y enfermedades. Las más recurridas son las enfermedades que cursan con dolor crónico, las cefaleas, migrañas, artritis, artrosis, lumbalgias. También el asma, la faringitis, alopecia, estrés, ansiedad, síntomas digestivos, etc. Además en enfermedades agudas (de corto tiempo de evolución) como alergias, trastornos intestinales, lumbagos y dolores musculares,entre otros.
Esta modalidad terapéutica se complementa con medidas o herramientas médicas integrativas e idealmente con cambios del estilo de vida a través de la incorporación de nuevos hábitos saludables.
Las bases científicas de la TN tienen inicios en las investigaciones de los rusos Pavlov y Speransky. Más tarde, los hermanos médicos alemanes Ferdinand y Walter Huneke, desarrollaron la investigación y la sistematización propia de la Terapia Neural. El trabajo experimental de los hermanos Huneke fue publicado en 1928 bajo el nombre ”Desconocidas reacciones a distancia de los anestésicos locales”.
Se trata de una experiencia personalizada, donde se empiezan a producir cambios a nivel emocional, mental, físico, humanístico. Vamos destapando capas y bloqueos durante este proceso de transformación. El objetivo es que el paciente pueda alcanzar todo su potencial como ser humano, en el cuál exista este equilibrio que le permita tomar las riendas de su vida.
Es un abordaje totalmente respetuoso del proceso personal de cada paciente. El éxito llega a través de los cambios que se producen a nivel global (físico-emocional-mental-consciencia).