La naturaleza es nuestra mejor medicina, es nuestra mejor terapeuta. Si vas a cualquier lugar natural, una montaña, una cascada, un río, el mar… solo estando recibes el regalo. Con respecto a este último, adicionalmente quiero compartirte un poco más.
Desde siempre se ha relacionado el mar con la tranquilidad y el bienestar. De hecho, el poder curativo del mar se ha aprovechado desde civilizaciones muy antiguas. Más recientemente esos beneficios para el cuerpo y la mente han sido investigados y medidos.
¿Qué te beneficia del mar? Todo: contemplarlo, respirarlo, sentir su grandeza y su capacidad de despejar tu mente. También el agua y los nutrientes que la constituyen, la presión, el movimiento de las olas, el sol, el aire, la arena, las algas… incluso las piedras. Claro, las actividades que puedes hacer en él desde ejercicio físico, jugar, meditar, hasta sentarte a disfrutar de tu bebida o comida favorita en un kiosquito abrazado por la brisa y la vista del mar. Amo estar en el mar y te voy a compartir beneficios específicos para que cuando regreses, ojalá sea pronto, los recibas más conscientemente:
- Relaja tu cerebro y facilita la concentración. Gracias al color azul, asociado con la tranquilidad y la calma y a la riqueza del aire del mar en iones negativos, favorece la producción de serotonina. También te estimula la creatividad.
- Limpia tus pulmones y mejora su funcionamiento. La brisa marina es rica en sales minerales y eso te ayuda a respirar mejor. En muchos puede reducir, por ejemplo, los síntomas del asma y de otras enfermedades respiratorias.
- Activa tus cinco sentidos. Su sonido, suave y rítmico, favorece que la sensación auditiva. El color azul, su olor, la sal que contiene y su textura, activa el resto de los sentidos (vista, olfato, gusto, tacto).
- Genera más fácilmente un estado de tranquilidad y paz lo que favorece la entrada a un estado meditativo. Meditar frente al mar es beneficioso para tu cerebro y para todo tu cuerpo.
- Por todo lo anterior y mucho más es un excelente reductor del estrés.
- Fortalece las articulaciones y los huesos. Solo entrar al agua ya provoca efectos positivos al cuerpo. El hecho de tener que mantener el equilibrio, adicionalmente ayuda a fortalecer los músculos y las articulaciones. Eso sin mencionar los deportes acuáticos.
- Una piel más suave, protegida y firme. El agua del mar ayuda a restaurar la barrera natural de la piel, de tal manera que la mantiene hidratada durante más tiempo.
- La circulación también se beneficia. La temperatura fría activa nuestro corazón y mejora todo el sistema circulatorio en general. También previene la retención de líquidos.
- El yodo que se encuentra en la brisa marina es un bactericida natural y ocular. Pasar un tiempo cerca del mar es bueno para fortalecer nuestro sistema inmunitario. El yodo, además es un mineral imprescindible.
- Favorece la limpieza de tus vías aéreas. Ya respirar abre tus fosas nasales. Adicionalmente puedes hacerte lavados nasales cuando estés en el agua. Igualmente masajear tus encías, hacer gárgaras para aclarar tu garganta y limpiar tu cavidad bucal.
Estar en el mar, por poco tiempo no puede traerte todos los beneficios que te menciono pues algunos son a más largo plazo. Sin embargo, definitivamente puedes aprovechar muchos de ellos solo con visitas periódicas. Solo estar, sentir que te regalas ese espacio, entrarte al agua, caminar sin calzado, dejar que las olas te lleguen, disfrutar el momento y simplemente jugar, es vida.
Be Healthy!
Raquelina Luna